El eterno padre se sienta en la eternidad de su eterna camisa
recién planchada
queda tan triste queda
que la eternidad de su plumero lo mira angustiada
El eterno padre se eterniza en desterrar todas las planchas del mundo
se produce el hippismo pero con menos encanto eterno que en los setentas
su desamor es tan grande que hasta el diablo se arrepiente;
el eterno, entonces, eterniza para la eternidad máxima la melancolía.
La gente empieza a fingir que su vida es interesante aunque no se llame vida,
el eterno padre se desanima y decide finalmente comprarle al nene su juguete,
al final “si no puedes con ellos, úneteles” dice.
Su eterno hijo descubre la sexta parte de la eternidad de su padre eterno
y se duerme en su sonrisa eterna.
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